miércoles, 8 de abril de 2009

Flotar el Limay
















Flotar el Limay

Por la mañana bien temprano, pasamos a buscar por una hostería de Villa La Angostura, pequeña localidad situada a la orillas del Lago Nahuel Huapi en la Provincia del Neuquén, a dos exquisitas personas, Fernando Gygax Coloma y su hijo Gabriel, dos peruanos que por primera vez visitaban mi Patagonia en busca de las acrobáticas arco iris y de las potentes marrones (farios).
Luego de 45 minutos de recorrido por uno de los caminos de montaña mas bonitos del sur argentino rodeando el Lago Nahuel Huapi dentro del Parque Nacional del mismo nombre llegamos al mítico Río Limay.

El río Limay, que en lengua mapuche significa aguas cristalinas, nace en el Lago Nahuel Huapi dentro del parque nacional homónimo en el límite de las provincias de Río negro y del Neuquén, es el único efluente de este lago y recorre aproximadamente unos 470 kms antes de mezclarse sus aguas con el Rio Neuquén y transformarse en el Rio Negro y así terminar su recorrido en el Océano Atlántico.
El Limay es un río de llanura con mucho caudal a principio de temporada (Noviembre) pero con relativa velocidad por su poca pendiente, lo que lo hace ideal para flotar y pescar.
En sus aguas conviven truchas arco iris, farios, percas y una variedad de peces forrajeros, más un universo de insectos que se pasan gran tiempo de su estadio ninfal bajo el agua para después, convertirse en maravillosos bocados alados para nuestras amigas.
El río Limay se divide en tres secciones, el Limay superior de aprox. 45km, tramo que comienza en la boca y termina en Confluencia lugar donde se une con el Rio Traful y pasa a formar el Lago Alicura.
El medio, que va desde el embalse Piedra del Águila hasta el embalse Picun Leufu y el inferior, que sale del Picun Leufu hasta la unión con el Neuquén.
Las dos secciones más importantes para la pesca de salmónidos son la superior y la media.

Ya en el sitio de partida denominado Rincón Chico, preparamos la balsa, cargamos todos los enceres para un día completo de pesca, y armamos los equipos : estos consisten en cañas para pesca con mosca (fly fishing) y sus respectivas líneas, Fernando y Gabriel demostraron ser verdaderos cultores de esta modalidad.
Una vez a bordo de la balsa neumática nos dispusimos a bajar los 15 kilómetros de río.


Esta modalidad de pesca atrae a muchos pescadores desde los últimos años, es una forma distinta de practicar este deporte, nos acerca un poco mas a la naturaleza, nos empareja mas con nuestro oponente (el pez), este arte deporte, el Fly Cast, se practica desde mucho tiempo atrás, el primer registro del que se tiene conocimiento es del Siglo III a.c. en el Río Astreus en la zona de los Balcanes en la ya desaparecida Macedonia.

En esta entrega no los voy a marear con tecnicismos, solo me voy a limitar a contarles como transcurrió la jornada…
Como les contaba al principio una vez dispuesto todo en la balsa comenzamos a bajar el río en busca de correderas y pozones, la primer parada fue en una amplia corredera donde empleando una de las técnicas de fly cast (ninfas) Gabriel pincho su primer Arco Iris, fotos, felicitaciones, pez al agua, porque practicamos la pesca con devolución y el trago de wisky ritual después de la primer captura (esta es la mejor parte de la pesca, para mi….).

Luego de algunas capturas más por parte de Gabriel, le tocó entrar en escena a papá Fernando, ya que hasta el momento solo había oficiado de fotógrafo de la excursión (pasión que me fue confesada luego del cuarto brindis…)

Con una mosca seca (llamada así por que imita a un insecto alado posado en el agua) luego de varios intentos, logro una muy peleadora arco iris que antes de entregarse a los flashes de nuestro paparatzzi, dio unas buenas corridas y saltos dignos de un atleta ruso, otra vez, foto, felicitaciones, devolución y…Brindis!!!

Seguimos río abajo pescando a la deriva, lanzando las moscas a las orillas, que en este río particularmente están cubiertas de Sauces (Salix fragilis), un árbol de la familia de las salicáceas introducido en la Patagonia por el hombre hace aproximadamente unos 100 años.
Estas plantas le proporcionan a las truchas protección, sombra y alimento (en su follaje viven innumerable cantidad e insectos), ya que sus ramas llegan hasta el agua.

Con algunas capturas mas en nuestro haber y con el estomago enojado por habernos olvidado de él, hicimos una parada para almorzar en uno de los tantos remansos que tiene este magnifico río.
Mientras yo disponía todo lo necesario para almorzar, Gabriel experto rafter tomo el mando de la embarcación y con su padre flotaron por el remanso llamado” El Lavarropas” por la vuelta contraria a la corriente de sus aguas, en este existe un gran pozon que alberga numerosas truchas de buen porte que pone el pelo de puntas hasta a el pescador mas mentado, pero con la paciencia que caracterizaba a nuestro amigo Fernando logro engañar una (de tamaño pequeño, algo es algo…).
Al grito de lunch is ready, llegaron los pescadores y se dispusieron a exterminar todas las delicias (bebibles) existentes sobre la mesa y luego a comer.

Ya con el cuerpo hidratado y alimentado, encaramos la última parte de nuestro recorrido.
Comenzó a levantarse una brisa (pesadilla de los mosqueros) más que molesta, pero utilizando viejas mañas de guía y acomodando la balsa pudimos subsanar el inconveniente y así lograr algunas capturas más, entre otras un par de farios de delicados tonos marrones, ocres y rojos.

Algunas correderas, otros pozones y ya divisamos nuestra salida, ahí esta nuestro asistente esperándonos para levantar la balsa, y así emprender el regreso después de un día, diría mas que ideal, buena pesca, nuevos amigos, un exquisito Malbec Argentino, un río generoso y amigo de los pescadores como el Limay.

En próximas entregas trataré de acercarlos a este fascinante mundo, el de la pesca con mosca, donde, cuando el bichito nos prende no podemos ya pensar racionalmente como un ser humano sino como un pez.
Todo mosquero en algún punto de su vida dedica largas jornadas a buscar en cada pozón de los ríos a su sirena…



Amigos les cuento que yo encontré mi sirena, y se que en algún pozon, otras los deben estar esperando, no dejen de buscar.
Pesquen y devuelvan así nuestros hijos podrán contar las mismas historias.
Hasta La próxima

Fabián Philipp
Guía profesional de pesca con mosca
MSN flyfishingtrips@hotmail.com
www.flyfishingtrips.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario